domingo, 16 de septiembre de 2012

¿Prios...qué? La priostía en las cofradías


La priostía en las cofradías, una labor necesaria que debe recuperarse.



¿Pri, priost, prios... qué?

 Virgen de la Soledad ante el Monumento

Priostía, prioste, capiller son términos que en determinadas latitudes resultan extraños, novedosos y desconocidos, muy posiblemente porque en estas tierras nos quedamos con su término primitivo: mayordomo, para luego ir poco a poco restándole contenido.  El cargo del prioste no es más que la especialización de un mayordomo de la cofradía, un cargo rector de la hermandad que empezaba a tener unas funciones propias y que la evolución del lenguaje le adjudicó un apelativo propio.


¿Quién es el prioste?

El prioste es aquel miembro de la cofradía que asume la responsabilidad de velar por el decoro en la exposición al culto de las imágenes titulares de su hermandad, debiendo asumir no solo la custodia del altar o altares en los que se exponen las imágenes si no el cuidado de todos aquellos espacios que de forma ordinaria o extraordinaria cobijen a sus titulares. Se incluyen por tanto el altar, camarín o hornacina que la imagen ocupa a diario, las andas, mesa o paso procesional, los altares para los cultos importantes, los traslados a otros templos, etc.

Virgen de la Concha, años 30

En que se traduce esta ocupación, en velar porque la exposición al culto de las imágenes cuente con la máxima dignidad para que en ellas el devoto pueda contemplar el misterio de fe que encierran. El prioste debe encaminar su trabajo a despertar plegarias, a disponer el exorno que más favorezca la devoción a su imagen titular. No es por tanto una labor estética ni decorativa, ni de distribución de objetos litúrgicos conforme a criterios establecidos, no se limita a disponer flores o a crear efectos de luz con la cera,  es una función de servicio a la liturgia y al culto de la imagen.

Las funciones concretas de un prioste varían ligeramente en cada cofradía  pero pueden resumirse en:
  • El aseo, conservación y adorno del altar, camarín o capilla de la imagen o imágenes titulares.
  • La planificación y erección de los altares de culto: triduos, novenas, besamanos, fiestas, aniversarios, etc.
  • Exorno del paso procesional en las salidas de las imágenes, bien sea de forma ordinaria o extraordinaria.
  • Labores de limpieza y conservación de los espacios de culto, así como el control y cuidado de los enseres de la cofradía.
¿Priostes en Zamora?

La historia de las cofradías en Zamora adolece siempre de un carácter  de supervivencia, de entrelazar crisis, de sobrellevar penurias económicas y en ese contexto era difícil fraguar y estabilizar en las juntas directivas la figura del mayordomo responsable de la presencia de las imágenes o prioste. Pero los testimonios gráficos atestiguan que , al igual que en el resto del orbe católico, Zamora contó con fastuosos altares de culto, por no hablar del altar de plata de la Catedral destinado exclusivamente al monumento efímero del Jueves Santo.  La construcción de los altares de los novenarios y quinarios más devotos, la erección de altares en la procesión del Corpus, los cultos sacramentales, o las grandes efemérides diocesanas requerirían  a personas capacitadas y con experiencia en el levantamiento de altares efímeros, muy probablemente vinculados con cierta exclusividad  a las cofradías o a las parroquias. 

Celebración de Santa Teresa en la iglesia de San Vicente

Las grandes cofradías de Semana Santa: Vera Cruz, Jesús Nazareno, Santo Entierro, Nuestra Madre en incluso la Resurrección contaron muy seguramente a lo largo de su historia con un mayordomo responsable de cuidar la presencia de las imágenes y de planificar y dirigir la construcción de los altares de cultos que dichas hermandades levantaban a sus titulares. Hoy en día esto se ha perdido, aquellas imágenes que se encuentran en parroquias suelen contar con la atención de sacristanes o  devotos que supervisan las flores o procura asear el entorno de la imagen, sin embargo la tónica habitual es la monotonía, en el mejor de los casos la llegada de flores encargadas que sustituyen a  otro centro ya marchito por la desidia de ni tan siquiera acercarse de vez en cuando a supervisar el estado de la capilla. La desidia de los dirigentes lastra la devoción de los fieles. La Fe no requiere de imágenes por ello cuando las imágenes no dan testimonio, o cubren su sentido bajo el polvo y el abandono pierden su valor y su significado, quedando  relegadas a meras obras de arte sacro aquellas que cuentan con la maestría de su hechura, las demás simples estatuillas que pueblan paredes y repisas.

Altar de la Hermandad de la Expiración, Sevilla

 La figura del prioste es inherente a las imágenes de devoción y no se vincula exclusivamente a las cofradías, ni mucho menos a zonas geográficas como Andalucía que si han sabido velar por la conservación de esta responsabilidad.  Sea con título o sin él, la presencia de las imágenes en las iglesias y capillas necesita de las labores de priostía que garantizan su conservación, su limpieza y el fomento de la devoción para poder legarla a las siguientes generaciones.


Altar del Corpus 2012, Cofradía de Nuestra Señora de San Antolín o de la Concha




Javier Prieto
Prioste de la cofradía de Ntra. Sra. de San Antolín o de la Concha

No hay comentarios:

Related Posts Plugin for WordPress, Blogger...